miércoles, 2 de abril de 2014

Albóndigas a la Jardinera al estilo Raquel

La palabra albóndiga es un término procedente del árabe al-bunduqa, ‘la bola’. Los árabes enseñaron a los europeos a preparar este guiso de bolas de carne. El historiador granadino Luis del Mármol, documenta el término en su Descripción general de África (1573): «Venden fideos, almojábanas y albóndigas hechas de carne picada con especias y fritas en aceite».
El diccionario oficial de la lengua española da entrada tanto al término albóndiga como almóndiga, aunque esta última forma se considera incorrecta y de uso vulgar, recomendándose la forma original.
Cuenta la leyenda que el Sultán Suleimán el Magnífico melló la dentadura al caer de su caballo. Su esposa Roxelana para que su marido pudiera seguir comiendo cordero ordenó que solo se podría cocinar carne triturada. A partir de ahí los cocineros de palacio se pasaron años rellenando berenjenas, calabacines y sobre todo elaborando Köfte que es el nombre turco para las albóndigas.


  • Ingredientes:

400-500 gr. de carne para guisar o mezcla de cerdo y tenera (eso al gusto) picada unos 100 gramos de harina    1 huevo
2 dientes de ajo                                                    
50 gr. de leche
1 cebolla                                                              
30 gr. de miga de pan
6 champiñones o una lata                                      
100 gr. de vino blanco
1 lata de guisantes si se quiere                              
1 cucharada de perejil picado
3 tomates                                                              
Aceite de oliva                                
2 zanahorias                                                          
Sal y pimienta


  • Elaboración:

  1. Mezclamos la miga de pan con la leche (si véis que la miga tiene exceso de leche pues lo recudimos un poco) y cuando esté bien remojada añadimos la carne, un diente de ajo bien picado, el perejil, el huevo batido, un poco de sal y pimienta y lo unimos todo bien.
  2. Hacemos bolas con los ingredientes anteriores, del tamaño de un huevo mediano, para que os hagáis una idea, y las pasamos por harina retirando el exceso de esta  boleándolas en el aire pasándolas de una mano a otra. Se fríen en una sartén con aceite caliente hasta que estén prácticamente hechas. Una vez doradas se van colocando sobre papel absorvente en un plato o fuente para retirar el exceso de aceite.
  3. Limpiamos los champiñones, pelamos los tomates (Los escaldamos en agua caliente a punto de hervir: les hacemos un corte superficial en cruz en el culo del tomate y los metemos en ese agua, contamos hasta 10 y los sacamos), pelamos la zanahoria, cebolla y diente de ajo y todo lo picamos no muy diminuto, si no que se vean los ingredientes.
  4. En una cazuela echamos un chorrín de aceite de oliva y pochamos la cebolla, después añadimos la zanahoria, después los champiñones y por último el ajo. A continuación le ponemos una cucharadita de harina removemos bien y añadimos el tomate bien picado. Se sofríe todo junto unos minutos y agregamos el vino blanco y dejamos reducir. Se añade un poco de agua (un vasito pequeño o un flanero), se sazona, y una vez que la salsa esté ligada añadimos las albóndigas, la lata de guisantes y cocemos el conjunto unos 5 - 10 minutos más o menos.


NOTA: se pueden acompañar con unas patatas fritas.

Bon Appetit!!!

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